Una guía sobre Egipto

Empieza el autor de la guía con una página entera de agradecimientos. A fulanita y menganita "auténticas exploradoras de mis errores sobre el papel", al "desaparecido Marcelino V.G. por los apartados de (...)". Pido disculpas pero ¿qué quiere decir eso de "desaparecido"?. Lo de exploradoras queda claro a poco de iniciar la lectura: explorar no significa corregir. Agradecimientos para algunos y advertencia al lector sólo empezar: "el lector y viajero debe ser consciente de que la presente obra no sólo es el resultado de mi propio trabajo (...)". Me enfrasco en la lectura de una guía que promete y son 687 páginas sin fotos.
Tras los agradecimientos, la información general en la que incluye la historia del país. "El pueblo egipcio la noche del 26.01.1952 incendió la ciudad de El Cairo y con ello toda propiedad británica". Suena extraño ¿no? como si fuese necesario incendiar todo Madrid para destruir los restaurantes y las tiendas de los chinos... No sé, igual sucedió así como dice. "El Cairo resurgía tras la victoria en la guerra del Yom Kippur (1973)". !Dios mío! ¿Qué victoria? Llegaron las fuerzas israelíes hasta las puertas del Cairo, medio ejército egipcio rodeado en la península del Sinaí, la comunidad internacional, alarmada, exigiendo un alto el fuego a Israel. Enfin, paso por alto lo que se le ocurre decir sobre la guerra del 67. Uno no es especialista en todo, escribir una guía sobre un país es arriesgado porque hay que tratar de todo.
Faltas de ortografía, de sintaxis, de estilo, la lectura resulta hasta desagradable. Azúcar es del género femenino (azúcar refinada, azúcar frita), las ciudades son "gobernaciones urbanas". El pintor tal "durante los cincuenta años de su carrera alcanzó su abstracción, donde logró sus éxitos". "Sus pinturas enfocan su gran amor a su país, con escenas del mismo y de la ciudad". El escultor cual "muestra el dramatismo de la vida diaria de un hombre lo cual le clasifica como un artista de política social". ¿Entendéis todo esto?.
No tiene en cuenta al destinatario de su texto, da la impresión de que hay que llenar páginas como sea. Me pregunto a qué lector de una guía en español le va a interesar la dirección de la oficina de turismo egipcia en Seúl o Kíev, del centro cultural hindú (bueno, a Sonia quizá) o de la embajada de Singapore. Sí, escribe Singapore. Y ¿a santo de qué contar los propios viajes que el autor ha realizado por el país?. Temas complejos como la historia del Antiguo Egipto, con su vocabulario específico y la gran cantidad de dinastías y personajes, resultan difíciles de exponer de forma didáctica incluso para un experto. El autor ahí se limita a llenar páginas simplemente con datos obtenidos de textos especializados que el lector ni puede relacionar, ni a menudo situar en el tiempo y que ni siquiera va a recordar.
A veces resulta gracioso: "como dice un proverbio egipcio quien bebe agua del Nilo vuelve a Egipto" para advertir, un centenar de páginas más adelante, que el consejo más importante que puede dar al viajero es que no se bañe en las aguas del río por la presencia de "un parásito que puede resultar mortal". A veces se entusiasma: "El Cairo es una ciudad abierta donde todo es posible y todo cuanto hayáis pretendido o deseado lo habréis conseguido". Vaya, yo sería la excepción.
Uno puede encontrar información sobre la mayoría de los hoteles egipcios. Eso está muy bien pero, al margen de la inevitable subjetividad, no deja de ser delicado comentar esto. Es muy útil la información sobre la situación (poco precisa en este caso porque en una ciudad inmensa no basta con señalar que tal hotel está en tal barrio) y las posibilidades de comunicación hasta el centro de la ciudad (muy insuficientes) porque es algo que no varía con el paso del tiempo. Del mismo modo es útil la información sobre las instalaciones, aunque está claro que pueden empeorar o ser mejoradas. Otras informaciones como las que se refieren al servicio, limpieza, etc... me parecen más delicadas: la dirección, el personal e incluso la propiedad de un hotel suelen cambiar con el tiempo y donde antes había suciedad haber limpieza. Diría que este tipo de información es para textos que se revisan, para nuevas ediciones que son actualizadas. La guía que adquirí fue editada hace seis años, la información pues obtenida hace siete u ocho años. ¿Cómo pensar que nada habrá cambiado en los hoteles, restaurantes y discotecas?. De todos modos lo más inaceptable es que el autor recomiende al turista español que va a contratar un viaje sólo una agencia en concreto, más cuando husmeando por la red compruebo que el autor de la guía es dueño de la agencia que recomienda. Me parece feo, una picaresca inaceptable.
Pero 687 páginas dan para mucho. A pesar de las informaciones superfluas, del desorden y los errores, la guía ofrece mucha y variada información y amistosas recomendaciones. Con paciencia de entomólogo al final el lector puede retener en la memoria un poso de información valiosa. Claro que se puede pensar que en España, en el año 2007, una guía de una de las colecciones más frecuentes en las librerías debería tener mucha más calidad. Como mínimo la editorial debería disponer de un corrector de ortografía, sintaxis y estilo.