La inteligencia con el enemigo
"La venganza es vana pero algunos hombres no tenían lugar en el mundo que se trataba de construir" (SIMONE DE BEAUVOIR)
Tenía sólo 35 años. Era un joven talento que había pasado por la muy prestigiosa Escuela Normal de la parisiense calle de Ulm. Había escrito la primera historia del cine, algunas novelas y numerosos artículos de prensa. Era, al parecer, un lector erudito, sensible y sentimental. Robert Brasillach fue condenado a muerte tras la Liberación en enero de 1945.
"Conseguí un lugar en la tribuna de prensa; no fue una experiencia agradable. Los periodistas tomaban notas con desenvoltura, dibujaban en sus papeles, bostezaban; los abogados declamaban; los jueces ocupaban sus escaños, el presidente presidía; era una comedia, era una ceremonia: para el acusado era el momento de la verdad en el que se jugaba su vida, su muerte (...) Resistía con calma a sus acusadores y cuando se pronunció la sentencia no rechistó" (SIMONE DE BEAUVOIR)
Numerosos intelectuales de la época se movilizaron firmando una petición de clemencia redactada por los abogados. Valéry, Claudel, Cocteau y Colette, entre otros, estamparon su firma. Mauriac solicitó la gracia personalmente a De Gaulle. Camus, tras dudar, acabó accediendo. Sartre y Beauvoir se negaron.
Brasillach fue fusilado tres semanas más tarde en el castillo de Montrouge e inhumado en el cementerio parisino de Charonne. De Gaulle rehusó conceder la gracia porque "también en la literatura el talento es un título de responsabilidad y este hombre se había extraviado irremediablemente". Precisó que en su decisión no habían tenido nada que ver las inclinaciones sexuales del acusado. Brasillach no había ocultado su fascinación por los uniformados.
Extraviado irremediablemente como Céline y Drieu. Al primero, tras serle conmutada la pena de muerte, fue acusado de indignidad nacional pasando sus últimos años en el ostracismo. El segundo se suicidó. Brasillach fue un apasionado propagandista del nazismo y un tenaz antisemita. Sostuvo que los judíos franceses eran extranjeros y que había que tratarles como tales. En 1941 pidió la ejecución de los diputados comunistas. En la época de deportaciones de los judíos franceses a Drancy su odio alcanzó una dimensión inhumana. Dijo que había que separarse de todos los judíos, incluídos los menores. 11.400 judíos franceses menores de 18 años fueron exterminados en distintos campos de concentración. ¿Porqué química del alma un hombre que obtuvo inspiración en Píndaro y Sófocles de convirtió en un cabrón?, se preguntaba un articulista del Express.
"Habían hecho algo más que aceptar: habían querido la muerte de Feldman, de Cavaillès, de Politzer, de Bourla, la deportación de Yvonne Picard, de Péron, de Kaan, de Desnos; con estos amigos, muertos o moribundos era solidaria; si hubiera levantado un dedo en favor de Brasillach hubiera merecido que me escupieran en la cara" (SIMONE DE BEAUVOIR)