Thursday, April 05, 2007

Más allá del Telón de Acero


Notas de viaje. El Castor (Noviembre 1988): "Tras el almuerzo decidimos dar un paseo para conocer el centro de Potsdam. La calle principal es peatonal y lleva el nombre del ex presidente checoslovaco Gottwald. Vemos, arriba y abajo, a militares y gente que se detiene, curiosa, delante de unos vendedores polacos que ofrecen mercancías de ínfima calidad. Sentados en el suelo, punkies bebidos. El ambiente es desolador".

Curiosamente el recuerdo que ha permanecido en mi memoria durante diecinueve años es otro. Es el de una mujer joven y guapa con una bolsa intentando vender algo en esa misma calle central. Se le acercó un viejo que permaneció amonestándola (¿amenazándola?) durante varios minutos. La joven escuchando cabizbaja, resignada, sin replicar. Esa escena me afectó, por eso la recuerdo. La RDA me pareció una gran cárcel, semblantes severos y resignados incapaces de esbozar una sonrisa, la mitad entretenida en delatar a la otra mitad. Tenían prohibido dirigirse a los turistas. Sorteando a los trabants humeantes o averiados en el arcén de la autopista internacional. Más allá de las vallas, extensos campos de cereales entre diminutas aldeas dormidas.

Notas (1988): "Llegamos a Czestochowa, en Polonia. Muchos vendedores entre el aparcamiento y la puerta del santuario. Este se halla completamente abarrotado de gente. Afortunadamente un cura rechoncho nos abre paso entre la multitud para mostrarnos amablemente la imagen de la virgen negra y el tesoro. Nos cuenta la historia del lugar en una tranquila sala apartados de la multitud. Nos despide en la tienda de recuerdos donde las imágenes de Wojtyla compiten con las de la virgen negra".

Me incomodó que el cura nos hiciera pasar sin respetar las larguísimas colas tanto dentro como fuera de la iglesia pero fue amable, de otro modo nos hubiera resultado imposible ver algo. Dentro del templo había que abrirse paso a empujones y la muchedumbre despedía un persistente olor bastante desagradable, mareante. Sentimos un gran alivio cuando el cura nos encerró en una habitación subterránea para darnos explicaciones pero resultó demasiado largo y empalagoso, esforzándose en una mezcla de italiano y español escasamente comprensible. De todos modos en Polonia nos sentimos mucho más libres, los niños sonreían, los adultos nos trataban con cordialidad. Quizá por eso su pobreza me resultaba más hiriente.

Notas (1988): "En la ciudad checa de Karlovy Vary vemos grandes edificios termales, testimonios de un espléndido pasado cuando acudía aquí la corte de los Habsburgo. Damos un paseo por la zona comercial pero hay pocas cosas interesantes para comprar. En el momento de partir cae de forma repentina una impresionante tormenta que nos deja empapados(...) Las últimas coronas checas se quedan en la tienda de recuerdos situada junto a la aduana, el vendedor no da abasto. Uno de los aduaneros es simpático. Le damos una lata de cerveza y otra de coca-cola. Parece satisfecho y se va escondiendo las latas para que nadie repare en ellas".

Eslavos pero con marcada influencia alemana los checos me parecieron más sumisos ante el poder que sus vecinos polacos pero en un ambiente menos paranoico y policial que en la RDA. Praga ya me pareció extraordinariamente hermosa pese a ocultar las fachadas de innumerables edificios en eternos andamios. La ciudad balnearia de Karlovy Vary, en el fondo de un estrecho valle encajado entre montes boscosos, me fascinó desde el primer momento. Desde entonces he regresado en numerosas ocasiones sin dejar nunca de subir hasta la pequeña iglesia rusa (foto), oculta entre impresionantes mansiones con jardín donde vivieron cultos burgueses hasta ser devorados por el trágico y convulso siglo XX centroeuropeo.

17 Comments:

Blogger Carlos Paredes Leví said...

Turísticos paseos por territorios antaño devorados por la mayor barbarie que vivió Europa. Todo sigue su curso, incluso la vida
Grato relato, Castor.
Un saludo.

4:34 pm  
Blogger Carlos Paredes Leví said...

Hay un libro publicado en 2006 que seguro resulta de tu gusto:
"Praga en tiempos de Kafka", escrito por Patrizia Runfola y editado por Editorial Bruguera.
A mí, me encantó.
Saludos, caballero.

4:48 pm  
Blogger Carlos Paredes Leví said...

A ti, que tienes esa filia checa tan acentuada, quisiera recomendarte, en caso que no lo hayas leído, una inmersión por las páginas legadas por Franz Werfel:

- "Reunión de bachilleres" editado por Minúscula.
- "Una letra femenina azul pálido" por Anagrama.

6:14 pm  
Blogger El Castor said...

Si sigo tus valiosos consejos voy a tener que destinar un enorme presupuesto para libros.... claro que es una buena inversión.
¿Cómo no has viajado todavía a Centroeuropa?. Eso no tiene perdón. Ve preparando el presupuesto...
Te agradezco tus fieles comentarios este aburrido viernes de Pessaj.
Saludos, caballero.

6:25 pm  
Blogger Carlos Paredes Leví said...

No he viajado a Centroeuropa porque siempre lo he diferido...
Me he decantado por otros destinos y sí, tienes razón, es imperdonable.
Cuando me desplace hacia allí, te consultaré antes unas cuantas cuestiones.
Un saludo, y felices Pascuas.

P.D.: gracias por la alusión a Pesaj.

6:55 pm  
Blogger El Castor said...

Estaré encantado de informarte. Pascua, Pesaj... para mí son sólo días festivos.
Saludos.

9:30 pm  
Anonymous Anonymous said...

Europa, merced a post como éstos, está mas cerca mío que del otro lado de un océano.

Todos los días debieran ser festivos.

Saludos Castor.

7:17 pm  
Blogger El Castor said...

Se agradece tu comentario, Juampa. El agua nos separa pero es más lo que nos puede unir.
Saludos.

11:46 pm  
Blogger Recomenzar said...

navegando llegue y me quede leyendote

2:47 am  
Blogger X'stian said...

Cuantas veces has estado en Praga, Castor?
A veces la relatas como si hubieras vivido allí por siglos.

Saludos Vlad.

1:48 pm  
Blogger El Castor said...

Saludos, Despertar.

Xris, yo pertenezco a los lugares que he amado. Las lenguas, la cultura, las ciudades que he libremente elegido pesan mucho más que las que me han venido impuestas.
Saludos.

4:05 pm  
Blogger Carlos Paredes Leví said...

Se está usted durmiendo, Sr. Castor, en los laureles de las buenas críticas recibidas por su incursión en el mundo de la fícción.
No puede tenernos tanto tiempo sin nuevos textos, porque esto no crea expectativa sino mal llevada ansiedad.
Desde ya, y no hablo por mí solo, le conmino a actualizar su blog, bajo riesgo que le solicitemos la devolución de las cuotas abonadas.
Un saludo, caballero.

5:31 pm  
Blogger El Castor said...

Yo no paro, tú en el paro.
Yo meditaré, tú me editarás,
yo laburaré, tu lapidarás...

11:21 pm  
Blogger El argonauta enmascarado said...

No puede describirse un paisaje con tan sublime delicadeza, de no ser por la estima que se pone en el empeño. Esa es una de las principales causas por las que nos gusta tanto leerte.

Abrazos.

12:06 pm  
Blogger Carlos Paredes Leví said...

Delicadeza, eso es lo que usted transmite, Sr. Castor ...y unas maneras en extremo corteses.
Un saludo.

12:58 pm  
Anonymous Anonymous said...

El Castor convida pero no empacha.
Me gustan maduras y las muchachas.
Los corpiños, y las bombachas.

Te toca, Carlos.

9:22 pm  
Blogger WALDE said...

Como siempre tus post nos dejan prendidos a detalles especiales. Es toda una invitación a viajar venir a visitarte.
Te dejo un saludo grande.

3:04 am  

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