Wednesday, February 14, 2007

Año 1893 - De Sofía a Chicago y regreso. (I) LA TOURAINE.


Hace algunos años paseando por un mercadillo de Sofía descubrí un pequeño libro en francés y con un título que llamó mi atención: "Viaje a Chicago y regreso". Su autor, un tal Aleko Konstantínov. Vi la fecha de edición (1967), me pareció suficientemente viejo y lo adquirí. En realidad se trataba de una reedición: lo que el autor contaba era un viaje a Chicago para asistir a la célebre Exposición Universal que tuvo lugar en esa ciudad en 1893, a finales del siglo XIX.

A continuación me decido a hablar con ese señor aunque él no me va a responder nada. El se dirige a mí como lector suyo que soy pero lo que conteste yo, aún estándole consagrado, no le concierne. De hecho hace más de un siglo que nada le atañe.

Konstantínov fue de los primeros búlgaros en viajar a América y el primero en contarlo a sus conciudadanos. Es un autor conocido en su país y muy dado a la ironía. Parece que en su muerte, a los 34 años de edad, ésta tampoco faltó. El asesino lo confundió con quién iba sentado a su lado en el auto, un ministro de la época.



A.K.:(En tren de Sofía a París y Le Havre) "Atravesamos Serbia de noche y, naturalmente, no vimos nada. Pero si hubiésemos pasado en pleno día tampoco nos hubiésemos perdido gran cosa. En Austria nos tropezamos con la chusma de empleados del ferrocarril, ávidos de vino, prestos a todas las bajezas para resultar agradables y obtener algunas monedas. Entre ellos se veían individuos de faz judaica, especialmente repulsivos."

El Castor: Vaya, empezó usted bien... Usted era un hombre razonable, un joven abogado que escribía artículos en la prensa. Un burgués con inquietudes sociales, digamos. Es que el antisemitismo ¿era tan común en su época?. Respecto a los serbios ya sé, no eran ustedes amigos por aquél entonces. Pero siga por favor.


A.K.:"En París supimos que era el paquebote La Touraine el que nos conduciría hasta el Nuevo Mundo. Los navíos de la Compagnie Genérale Transatlantique han merecido sobradamente el calificativo de palacios flotantes y La Touraine es el más grande, el más lujoso y al mismo tiempo el más caro. Ardíamos ya de impaciencia y la noticia de que íbamos a viajar en ese palacio nos perturbaba completamente el espíritu".

El Castor:Oh, el mítico Touraine (ver foto), el quinto mayor transatlántico del mundo y la joya de la compañía francesa. Bien. De París al puerto de Le Havre ¿no?


A.K.:"El tren especial de la Compañía nos condujo en nueve horas y media a Le Havre. Esperamos dos horas enteras en la estación. Los trenes llegaban, partían y a cada pitido de silbato el corazón se nos encogía. Una media hora antes de la salida los viajeros para el Nuevo Mundo empezaron a afluir, uno tras otro, luego en grupos. Todas las naciones y todas las lenguas estaban representadas: franceses, ingleses, alemanes, italianos, españoles, polacos, rusos y un servidor. Barones y baronesas escoltados por una cohorte de criados y sirvientas, comerciantes, simples turistas, monjas y eclesiásticos, pintores, artesanos... ansiosos no sólo de ver Chicago sino de encontrar una migaja de pan más allá del Océano. Duros solteros, profesionales del celibato, auténticas florecitas del mundo parisiense que ya veían brillar en un espejismo montones de dólares. América es rica, se gana el dinero fácilmente. Observad que todos estos pasajeros eran de primera y segunda clase. En cuanto al bravo populacho, nuestros hermanos emigrantes, nos aguardaban ya instalados en el palacio."

El Castor:Es curioso, considera hermanos a los emigrantes pero su sentido de clases está muy agudizado. Bueno, así sería en su época.


A.K.:"En Le Havre nuestro tren maniobra lentamente por las callejuelas sombrías del puerto. Un enjambre de niños sucios y andrajosos se cuelgan al vagón y es tal el concierto de lamentaciones y ruegos que todos los viajeros se precipitan a las ventanas. "Unas monedas, señores, unas monedas por favor". Estos niños repulsivos se lanzaban sobre las monedas que les eran arrojadas con una rapacidad bestial, rugiendo y golpeándose. Se dice que los viajeros ingleses son los responsables de la perversión de estas miserables criaturas, se permiten por alguna moneda disfrutar de escenas abominables".

El Castor:Qué triste, y eso ocurría en Francia. Me pregunto qué no ocurriría en otras partes... ¿Sabe? El mundo ciertamente ha evolucionado aunque si le enumerara todo lo que ha ocurrido en este siglo usted no me creería. La tecnología ha evolucionado de forma increíble pero las mentes humanas mucho menos.


A.K."Estamos instalados en el paquebote Touraine. Después de haber tomado posesión de nuestra cabina, los tres salimos al puente. Un barco piloto arrastra la nariz de nuestro coloso y nos alejamos lentamente de Europa. El sábado ocho de julio de 1893, a las cuatro de la tarde. El instante es sublime".

El Castor: Viaja usted con dos amigos. Filaret, un funcionario del ministerio del interior y el doctor Tabúrnov. Creo que fue una buena idea ir junto a un médico... Les espera una semana exactamente hasta alcanzar el Nuevo Mundo. La exposición de Chicago debe ser algo muy interesante, con esa gran noria en la que caben miles de personas. Bueno, otro día ya me seguirá contando...

20 Comments:

Blogger Vigo said...

Sólo quería agradecerte la visita con otra mía.
Creo que tenemos un parecido punto de vista (un juicio tal vez excesivo por sólo un texto) y al tal Aleko creo que si hubiera tenido la oportunidad le hubiera hecho las mismas reflexiones.
Pero al igual que tú, visto desde el punto de vista actual un libro así no deja de tener una cierta gracia por la curiosidad que nos plantea. Uno debe decir en este caso:
Pero siga por favor... :)

4:09 am  
Blogger Javier Luján said...

Interesante conversación la que mantienes con el señor Konstantínov.(Aunque él no te conteste, hablar habló antes)
Como Vigo, espero su continuación.
¿Encontrará al Touraine digno navío para tan grande personaje? ¿Terrminarán por importunarle tanto emigrante? ¿Qué opinará sobre U.S.A.?
Un saludo, castor.

11:55 am  
Blogger Pepe Luis...un buen tipo said...

Castor: pase por tu blog y me gusto mucho, voy a intentar leerte seguido. Tenes una manera muy curiosa y agradable de comentar cosas. Un abrazo. José Luis

3:05 pm  
Blogger El Castor said...

Vigo: me gustan los relatos de viajes y más si son antiguos.

Capitán: era un demócrata de la época, un hombre aparentemente razonable y justo. Me sorprendieron los tics marcadamente racistas y, en menor medida, su clasismo.

Pepe Luis: te agradezco el comentario.

Saludos a los tres.

9:32 pm  
Blogger Carlos Paredes Leví said...

Los libros son los que nos eligen a nosotros y no al revés como piensan quienes no comprenden.
Quisiera recomendarte, ya que te gustan los viajes y acaso los aventureros (un enorme poder de seducción emana de ellos), la biografía de un célebre aventurero británico del siglo XiX.
El libro en cuestión se titula "El capitán Richar F.Burton" y su autor es Edward Rice. Está editado por Siruela.
Un saludo

10:28 pm  
Blogger Vicente Moran said...

Ay!!!! si le contara las vicisitudes por las que los viajeros pasan, cuando atraviesan Latinoamérica. Sin ir más lejos, aquellas descripciones de xenofobia, clasismo y pobreza, aún siguen rondando esta tierra mestiza, claro que usted aún no se atreve a conocer, ¿me equivovo?...
No obstante, como soy una mezcla entre los malvados y bífidos españoles y los nobles y hermosos atacameños, no puedo sino ser respetuoso con todos los colores.
Ya me hubiera gustado encontrarme con este tal Aleko Konstantínov, quizás para destruirlo con sus teorias anacrónicas - aunque en aquella epoca era cosa normal - que de nada sirven hoy en día.

besitos desde el sur del mundo

1:01 am  
Blogger Alfredo said...

Ya sabes que me encantan los relatos de viajes. ¡Cómo me hubiera gustado acompañar al Sr. Konstantinov en su travesía atlántica! No me sorprenden sus puntos de vista: El antisemitismo era la nota dominante en toda la Europa Oriental (y perdura bastante, por lo que me han contado). Y el ser demócrata no impide los prejuicios de clase.

10:57 am  
Blogger Una hija de puta con clase said...

:-)

8:41 pm  
Blogger El Castor said...

Alfredo, coincido con tus observaciones, muy acertadas. Quizá los checos sean la excepción o al menos yo no percibí antisemitismo durante mis cinco años entre ellos. Sí percibí un marcado racismo hacia la comunidad gitana, eso sí. Un cordial saludo.

8:44 pm  
Blogger Carlos Paredes Leví said...

Castor:
Aparte de que Vaclav Havel fuera judío, el gran Kafka estuvo censurado en la Rep. Checa hasta hace bien poco.

9:35 pm  
Blogger El Castor said...

Carlos, te agradezco la recomendación y espero encontrar ese libro.

Vicente, confieso que sobre el racismo hacia determinadas etnias que existe en Latinoamérica me enteré tarde, ya a una cierta madurez, y fue leyendo a Jaime Bayly. Es algo que no sospechaba pero que tampoco me sorprende porque todo el que es distinto está en posición precaria frente a la mayoría. Hay que oponerse con firmeza a todo desvarío racista. Es lo único que podemos hacer.

Saludos a ambos.

9:43 pm  
Blogger El Castor said...

Carlos: Havel no es judío. Si lo fuera habría siempre mentido. Claro que tiene enemigos políticos interesados en desprestigiarle y a partir de los antiguos vínculos (negocios, amistades) de su familia con judíos y de sus posiciones personales favorables a Israel han inventado una historia falsa pero coherente y por tanto creíble.
Como era de temer no se han limitado a inventarse un origen judío sino tb conexiones familiares con la masonería, comunismo y otras cosas. Ocultando su origen judío y masónico habría ocultado el origen del gran patrimonio familiar. Como ves un viejo delirio.

10:09 am  
Blogger Carlos Paredes Leví said...

Mis informaciones difieren de las tuyas. Por lo que tengo sabido, incluso tenía que ser indenmizado por amortazaciones contra su patrimonio familiar llevadas en cabo bajo el nazismo.

10:17 am  
Blogger Carlos Paredes Leví said...

Ah, se me olvidó aclararte que no albergo ninguna intención de polémica o debate sobre la cuestión. La encuentro a todas luces innecesaria.
Un saludo

10:20 am  
Blogger Carlos Paredes Leví said...

Fe de erratas: Donde escribí amortazaciones, debe poner; desamortizaciones

11:39 am  
Blogger El Castor said...

Carlos, habría que explicarse cómo una familia judía tan conocida y poseedora además de un gran patrimonio hubiese sobrevivido tranquilamente al nazismo, toda la familia incluyendo madre y abuela materna. Yo creo que esto no se sostiene por ningún lado pero como dices es un debate irrelevante.

2:55 pm  
Blogger Carlos Paredes Leví said...

Desconozco más pormenores y me agarro a lo que tu pareces saber mejor que yo. Un saludo y aquí zanjamos la cuestión ¿no te parece?.
Gracias

6:21 pm  
Blogger WALDE said...

Muy bueno el texto.
Pasé un buen momento leyendo.
Un abrazo.

10:03 pm  
Blogger El argonauta enmascarado said...

Sigo disfrutando mucho con tu forma de hacer de la narración, una aventura en la que nuestra imaginación alimenta su ávido apetito con tus paisajes y sus ambientes.
Saludos.

9:06 pm  
Blogger El Castor said...

Os agradezco vuestros comentarios. Creo que puede resultar un poco pesado el amigo Konstantínov pero ahora ya me he lanzado e igual con tres posts puedo liquidarlo. Saludos.

10:13 pm  

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